Steve Jobs presenta el Macintosh en enero de 1984
Quien haya visto este vídeo, se habrá sorprendido de la espectacular campaña de marketing culminada con una grandiosa presentación donde un pletórico Steve Jobs presenta "su" nueva creación como una autentica obra de arte ante la aclamación de un excitado público. Pero, ¿era el Macintosh una maravilla de la época? ¿era Steve Jobs un genio? Permitirme este breve resumen de la historia del Macintosh.
Los inicios del Mac
En 1979, Apple se encontraba trabajando en su nuevo ordenador llamado LISA. Una computadora potente pensada para empresas más que para el público general. Jef Raskin, un matemático y filósofo que por aquel entonces era director del departamento de publicaciones de Apple, tenía el sueño de poder construir un ordenador "para las masas". Una computadora portátil, económica y de poca potencia que fuera diseñada expresamente para el público en general. Raskin pensaba, acertadamente, que en el futuro, cualquier familia tendría un ordenador personal en casa. Así que Raskin convenció a Mike Markkula (cofundador-inversor de Apple) para liderar un proyecto de esa computadora a la que Raskin llamó MACINTOSH en honor a su variedad favorita de manzanas (en realidad la variedad de manzanas se llama McIntosh, pero cambiaron la ortografía por que coincidía con el nombre de una famosa marca de equipos de sonido).
En 1979, Apple se encontraba trabajando en su nuevo ordenador llamado LISA. Una computadora potente pensada para empresas más que para el público general. Jef Raskin, un matemático y filósofo que por aquel entonces era director del departamento de publicaciones de Apple, tenía el sueño de poder construir un ordenador "para las masas". Una computadora portátil, económica y de poca potencia que fuera diseñada expresamente para el público en general. Raskin pensaba, acertadamente, que en el futuro, cualquier familia tendría un ordenador personal en casa. Así que Raskin convenció a Mike Markkula (cofundador-inversor de Apple) para liderar un proyecto de esa computadora a la que Raskin llamó MACINTOSH en honor a su variedad favorita de manzanas (en realidad la variedad de manzanas se llama McIntosh, pero cambiaron la ortografía por que coincidía con el nombre de una famosa marca de equipos de sonido).
Jef Raskin y Steve Jobs (fondo) |
En septiembre de 1980, Steve Jobs fue expulsado literalmente del proyecto LISA. Su carácter caprichoso, infantil, conflictivo y falto de tacto hizo que lo apartaran definitivamente del proyecto. Lamentablemente para Raskin, Jobs se fijó en el único otro proyecto que había en marcha: el Macintosh.
Aunque Steve Jobs inicialmente consideraba a Raskin un excelente trabajador, sentía que era una aberración el que se hiciera un ordenador de pocas prestaciones a conciencia y no una "obra de arte". Según el propio Jobs "el Macintosh debía ser absurdamente genial". El choque de intereses fue inmediato y Raskin abandonó Apple poco tiempo después (Raskin terminó en Canon diseñando el Canon Cat en 1987)
Así que Jobs hizo suyo el proyecto Macintosh (intentó cambiarle el nombre por el de "The Bike" pero afortunadamente no lo logró) sin interferencias de la directiva y con carta blanca. Fichó a algunos ingenieros de otros departamentos de Apple y comenzó a hacer y deshacer su propio ordenador según sus caprichos.
Como cité antes, Jobs quería hacer un ordenador "absurdamente genial". Hay que tener en cuenta que Jobs se consideraba así mismo un artista. En una entrevista concedida en 1985 (cuando cumplió 30 años) a David Sheff hizo declaraciones refiriéndose así mismo del estilo "si quieres vivir de forma creativa como un artista no debes mirar demasiado hacia atrás" y "no es normal ver a un artista de treinta o cuarenta años capaz de crear algo que sea realmente increíble".
¿Era el Macintosh algo increíble, algo "absurdamente genial" como decía Jobs?
Estéticamente puede que sí. Steve Jobs se obsesionó hasta el límite en el diseño del exterior del Macintosh. Pero también en el interior y en el embalaje. Obligó a los ingenieros a cambiar el diseño de las placas para que la disposición de los componentes electrónicos sobre las placas y las pistas de cobre fuera más estético e hicieron un diseño de embalaje del equipo atractivo (y caro) para que el cliente "viviera la experiencia Macintosh" desde el mismo momento de abrir la caja. Pero esto no era del agrado de todo el mundo. Como criticó Alain Rossmann, un ingeniero del equipo Mac: "gastaban dinero en el embalaje caro mientras trataban de ahorrar chips de memoria".
Pero las actitudes caprichosas, no quedaban ahí. Jobs tenía un trastorno de personalidad y machacaba a su equipo de ingenieros de forma constante para que consiguieran los objetivos que él consideraba apropiados. Aquí hay que dar un detalle importante: Steve Jobs no era ingeniero y no tenía conocimientos ni de electrónica ni de programación. Así que sus caprichos perfeccionistas no siempre eran acertados.
Era frecuente que cuando un ingeniero le proponía alguna idea dijera literalmente "que era una mierda" y al día siguiente Jobs proponía la misma idea como si fuera idea suya con total naturalidad. Los ingenieros del Mac aprendieron a convivir con ésto y llamaban medio en broma a estas situaciones como el "campo de distorsión de la realidad de Steve".
Pero Steve Jobs no sólo presionaba a sus propios ingenieros manteniendo la cuerda en constante tensión, sino que para desgracia de Apple, creó y fomentó una fuerte rivalidad con el equipo del LISA, equipo del que lo habían expulsado y que ahora quería vencer.
El Macintosh original de 1984 |
¿Qué estaba fallando? Pues que tras la espectacular salida al mercado del equipo, la realidad comenzó a hacer mella en las ventas. El Macintosh era un equipo lento y de poca potencia. Con sólo 128 kb de RAM (el LISA tenía 1 Mb de RAM) la innovadora y atractiva interfaz gráfica de usuario (GUI) que Apple y Microsoft "copiaron" de Xerox PARC años atrás, ralentizaba mucho el equipo. Cuando una ingeniero del Mac le propuso a Jobs poner un disco duro en el equipo éste rechazó la idea acusándola de "ser una fanática de Xerox", por lo que el Mac sólo tenía una disquetera de 3,5" que hacia la tarea de copiar datos pesada y tediosa. Cuando le propusieron instalar unos ventiladores internos este rechazó la idea argumentando que "le restaban calma a los ordenadores", de forma que muchos Macintosh fallaban por sobrecalentamiento y consiguieron el apodo entre el público de la "tostadora beis". Así que el ordenador "absurdamente genial" que quería Jobs quedó en una chapuza por sus caprichos, falta de conocimientos técnicos y actitud manipuladora.
Un "palo" para Apple
Y aquello no sólo supuso un palo para la economía de Apple. El exprimido equipo de auténticos genios que creó el Macintosh acabó quemado y muchos de sus más importantes cerebros acabaron dimitiendo de Apple en los meses posteriores. Entre ellos: Joanna Hoffman, Andy Hertzfeld, Burrell Smith, Alan Rossmann y Bruce Horn. Incluso Steve Wozniak (el genio creador y cofundador de Apple) que estaba trabajando como ingeniero de mando intermedio en el proyecto del Apple II (por voluntad propia, ya que Woz no quería responsabilidades de gestión en la empresa) dimitió indignado por el favoritismo que la empresa daba al Macintosh sobre el Apple II, cuando en realidad, era éste último el producto que daba beneficios reales a Apple y la mantenía a flote.
El mismo Steve Jobs, acabó dejando Apple el 13 de septiembre de 1985.
El mismo Steve Jobs, acabó dejando Apple el 13 de septiembre de 1985.
Fuente: Steve Jobs: La Biografía, de Walter Isaacson e investigación propia.
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